Aprendiendo a callar...
Efectivamente creo que tiene razón. Las cosas se van acomodando con el tiempo y durante este gran trayecto venturoso (creo yo) dentro de otras cosas he aprendido que:
- Cuando callo, también hablo de mí misma.
- Cando callo un secreto, conozco mi fidelidad de amiga.
- Cuando callo mi propio dolor, conozco mi fortaleza.
- Cuando callo ante el dolor ajeno, conozco mi impotencia y mi respeto.
- Cuando callo ante la inusticia, conozco mi miedo y complicidad.
- Cuando callo ante lo imposible, conozco mi creciente madurez y mi dominio.
- Cuando callo ante los fuertes y poderosos, conozco mi temor y cobardía.
- Pero sobretodo cuando callo mis propios méritos, conozco mi humildad y grandeza.
Gracias por enseñarme a callar y aprender cada día de mí.
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